DISCAMINO DE NUEVO EN LA VIG-BAY

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Llevábamos meses esperando que llegara el 10 de abril. Es más, siendo un poco estricto y tomando a Gerardo como portavoz, debería decir que llevábamos 365 días esperando a que llegara la jornada de hoy. La explicación es muy sencilla. El año pasado, tan pronto rebasamos la línea de meta y Mar le dio la medalla, Gerardo me dijo que el año próximo, o sea éste, quería volver a correr la VIG-BAY. No había semana que no preguntara de un modo u otro por la carrera de sus amores. El día que por fin supe la fecha se la dije de inmediato. Su reacción fue la esperada: sonora carcajada y cambio de frase. Lo que hasta ese momento había sido «Javier, ¿sabes ya cuándo es la VIGO-BAY?», se convirtió en » el día 10 de Abril corremos la VIGO-BAY. Me gusta mucho. La voy a correr muchos años.» Una mañana de sábado de hace algo más de mes y medio, mi colega llegó al entrenamiento un poco serio. Le pregunté qué le pasaba y me dijo: «Dile a Pilar y Mar si puede cambiar la VIGO-BAY para hacerla otro día.» Le pregunté por qué y, muy compungido, me dijo que en el sorteo anual del INSERSO le había tocado ir a un viaje a Peñíscola con otros compañeros de FADEMGA y que salían el día 10 de Abril. Estaba literalmente hecho polvo porque llevaba varios años sin tener suerte en el sorteo y tenía unas ganas locas de volver a uno de esos campamentos, pero claro, el precio a pagar era muy caro; nada más y nada menos que perderse la Vig-Bay. Pero, como no siempre van a salir las cosas mal (debe ser que el malandrín de Murphy andaba de vacaciones en otro de esos viajes), resultó que a Peñíscola iban a viajar de noche, lo cual le dejaba margen más que suficiente para participar en su adorada carrera. Había que verlo reír como sólo él sabe hacerlo cuando le dijimos que podía ir a las dos cosas: «Javier, corre, llama a Mar y a Pilar y dile que si que voy a la VIGO-BAY.» Y ha ido…bueno, hemos ido, porque esta mañana han sido 6 los miembros de DisCamino que han participado en la carrera.

Maxi con su piloto Dani Vilaboa (que han tenido problemas con los pedales pero han llegado a meta como unos campeones)
– Ana Soage con Chema García (la loquita súper-campeona de todo: slalom en silla, boccia, ciclismo… y el bombero gigante, gigante de cuerpo y de corazón)
– Rafa con Juan Pedro (el compañero sordo-ciego de Gerardo en ASPAVI y el aspirante a bombero, mecánico de las bicis de DisCamino)
– David Gil con Carlos Comesaña (el cabezota, entusiasta, incontrolable…que ayer casi se va al otro barrio por un accidente de coche y nuestra joya ciclista)
Javier Fernandez con Vero Romero, Silvia Rey y Cecilia Díaz (nuestro primer peregrino en handbike y sus 3 escuderas: las polares Vero y Silvia, que además es su entrenadora, y Ceci, mamá de un peque de Discamino infantil)
– Gerardo conmigo (y el inefable Gerardo)

El día se había anunciado horrible a nivel climatológico y así ha sido en su primera parte, pero se ve que al final han funcionado los huevos que la organización llevó a Santa Clara y la cosa se despejó y pudimos finalizar la segunda parte de la prueba con retazos de cielo azul y nada de lluvia. Una gozada nuevamente participar en ella. Y Mil Millones de gracias a la organización. Eduardo, Pilar y Mar, como dice Gerardo, «les queremos mucho amigos a ellos, ¿verdad Javier?» Verdad Gerardo, verdad.

Y, como anécdota de la jornada, lo que siempre pasa. Que la gente, que es muy ignorante, no ha dejado de elogiar, piropear y poner por las nubes a nuestro compañero Javier Fernández y a su esfuerzo sobre TRUENO GRIS, su Handbike. Pero….

<<<¡¡Javichi, Javichi!! ¿Por qué tanto Javichi?  Es el único que ha ido todo el tiempo rodeado de gachís; 3 para él solo. Todos y cada uno de los kilómetros siendo rodeado, adorado, animado y sonreído por las 3 féminas de DisCamino: Silvia, Cecilia y Vero. ¿Y qué ha hecho él? Dejarse mimar y nada más. Bueno, sí, le ha dado a los pedales con las manos durante 21 kms, ¿y qué? Con semejante hinchada alrededor…..¡¡cómo para no hacerlo!! ¿Queréis saber cuál ha sido si respuesta a esta crítica?>>

«Eran ellas las que me daban fuerzas en los tramos duros de la Vig-Bay por ese temido Monte Lourido. Lo mas difícil …los adoquines…que te hacen temblar los güevines…»

Un grande Javi Fernández.

 

[ESTO ÚLTIMO ES FICCIÓN POR SUPUESTO, PERO… ME ENCANTA METERME CON JAVI]

 

 

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